martes, 21 de julio de 2009

Una bonita definición



Jorge Bucay escribe en uno de sus libros:

Estoy convencido de que es imprescindible que seamos capaces de cosechar por lo menos una relación con alguien que no sólo sea importante para nosotros, sino que además consiga hacernos saber que somos importantes para ella.
Alguien que celebre sinceramente cada uno de nuestros logros.
Alguien que quiera acompañarnos tanto en los momentos fáciles como en los difíciles.
Alguien que disfrute de nuestra compañía sin pretender ponernos en la lista de sus posesiones.
Alguien por quien nos sigamos sintiendo queridos aun en los desencuentros, aun después de esos momentos de discusión o de enfado.
Una persona, en fin, cuyo bienestar siga importándonos, aun en los momentos en los que, furiosa por alguna razón o cegada por su enfado, nos asegure que ya no nos quiere; aun cuando, lastimada y dolorida, se empeñe en prometer que jamás nos perdonará.
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Yo también estoy convencida, si al menos conseguimos una relación de ese tipo (ya sea de amor o de amistad) todo será mucho más fácil. Podremos sentirnos afortunados...

2 comentarios:

  1. La prueba de que dos personas se aman realmente es precisamente cuando después de una bronca descomunal, los dos saben que esa bronca no va a acabar con su relación. Cuando los dos aún siguen convencidos de que adoran al otro, a pesar de "ser como es". Esa es mi experiencia, y creo q es el estado ideal. Eso sí, cuesta mucho tiempo y esfuerzo llegar a esa tesitura. No pasa de la noche a la mañana. Un besazo, guapa.

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  2. Cuando te adaptas a tu pareja y conoces sus reacciones, y aprendes a sobrellevarlas de la mejor manera. Se necesita mucho tiempo, es cierto.
    Un besazo

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